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   ANTROPOLOGIA

Cuento. La flor de la Lirio

Era un padre que tenía tres hijos. El padre estaba a punto de morirse. Entonces, el padre le preguntó a los hijos:

-a ver, ¿quién es el que me quiere más de los tres?-

Entonces va y dice el hermano más pequeño:

-yo a usted, padre, le quiero como la sal a la comida-

Y va y le contesta el mediano:

-yo a usted, padre, le quiero muchísimo-

Y va y le contesta el mayor:

-yo a usted, padre, lo quiero muchísimo y haría por usted cualquier cosa que estuviera en mi mano.

 

Pues ahora, celebraron una fiesta en honor del hijo más pequeño, ya que era su cumpleaños. Y va el hijo más pequeño y le dice a los cocineros:

-a mi padre no le echéis ni una gota de sal en la comida-

Fueron a comer y el padre notó que la comida no tenía ni una gota de sal. Entonces, va el padre y dice:

-el hijo que más me quiere es el pequeño, porque me ha puesto la comida sosa, y ello quiere decir que me quiere más que ninguno, o sea, como la sal a la comida-

 

A la mañana siguiente, se presentaron los tres hijos ante su padre, y su padre les dijo:

-el que más me quiere de los tres es el más pequeño, pues me trajo la comida sin una gota de sal. Ahora os voy a mandar que vayáis a buscarme la flor de la lirio. El que me la traiga tendrá todos mis bienes.

El hermano mayor se marchó en busca de la flor de la lirio y entró en un bosque. En una mochila llevaba pan y peces. Por el camino se encontró a una mujer vestida de negro, y fue y le preguntó la mujer:

-¿qué llevas ahí, muchacho?-

Y fue él y le dijo:

-piedras-

Entonces fue la vieja, que era la Virgen, y le dijo:

-en piedras se te convertirán-

Y se le convirtieron en piedras el pan y los peces. En todo el camino, no dejaba de sacar piedras y más piedras, piedras y más piedras. Y ya oscurecía y el muchacho no daba con la flor de la lirio y se tuvo que ir pal palacio de su padre.

 

A la mañana siguiente, salió el hermano mediano. Entró por el mismo bosque y se encontró a la mujer vestida de negro. El hermano mediano llevaba en el zurrón un cacho de pan y un cacho de chorizo. Y fue la mujer de negro y le preguntó:

-¿qué llevas ahí en el zurrón?-

Y el muchacho le contestó:

-palos-

Y se volvieron palos el pan y el chorizo. Escureció y el muchacho se tuvo que volver pal palacio de su padre sin haber encontrado la flor de la lirio.

 

A la mañana siguiente, se presentaron los tres hermanos ante su padre, que era el rey. Y fue el más pequeño y le dijo:

-padre, mis dos hermanos no te han traído la flor de la lirio, pero yo te juro que te la traeré-

Y fue el hermano más chico y se metió por el bosque y se encontró a la mujer vestida de negro. Y va la mujer y le dice:

-¿qué llevas ahí en el zurrón?-

Y el muchacho, que llevaba pan y salchichón, le respondió:

-un cacho de pan y un cacho de salchichón-

Entonces, la mujer vestida de negro, que era la Virgen le dijo:

-como me has dicho la verdad, te voy a decir dónde está la flor de la lirio. Tú vas y sigues por el camino hasta que encuentres una puerta grande. Tienes que cogerla antes que la campana de las tres campanadas-

Y fue el muchacho y cogió la flor de la lirio.

En esto, estaban los otros dos hermanos en el palacio y se decían uno al otro:

-si nuestro hermano más pequeño dice que le trae la flor a padre, bien cierto es que se la trae. Así, que hay que salirle al camino, quitarle la flor y llevársela a padre-

Y dicho y hecho. Salieron al camino y en la mitad del bosque encontraron al hermano más pequeño. Lo mataron y lo enterraron al lado de un río, y allí nacieron muchas cañeras altísimas. El hermano mayor fue y cortó una caña e hizo una flauta, y empezó a tocar con ella. Entonces, la flauta decía:

-“no me toques, pastorcito, ni me dejes de tocar; mis hermanos me mataron por la flor de la lilá”-

Cogieron los dos hermanos y se fueron pal palacio. Entonces el rey, que era su padre, le dijo al hermano mayor:

-¿qué llevas ahí?-

Y el hijo mayor le dijo:

-una flauta, padre-

 

Y va y le dijo el rey que la tocara. Empezó a tocarla y se sentía la misma copla. Entonces, el rey se extrañó de oir aquella copla y quiso saber dónde habían cortado la caña para hacer la flauta. Los hermanos tuvieron que ir a la fuerza al sitio de las cañeras. Y allí fue la sorpresa, que el hermano estaba vivo, sentado encima de la tumba donde lo había enterrado sus dos hermanos. Y es que la mujer de negro, como era la Virgen y le había dicho la verdad de lo que llevaba en el zurrón, pues lo había resucitado. Entonces, se descubrió la verdad. El rey echó del reino a sus dos hijos mayores y nombró como rey de todos los bienes al más chico.

 

Remedios Marcos. Rivera Oveja

 

 

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